¡Que le corten la cabeza!

Después del paréntesis de la semana pasada, seguimos con el trabajo. Ayer nos encontramos con la terrible reina de corazones (lee aquí). Hicimos de naipes, y hasta jugamos un solitario. Trabajamos con el cuerpo cómo ser naipes y comportarnos como tales, y vimos cómo se parecían sospechosamente los participantes de una botellona a los naipes que se amontonan y se dejan llevar sin mucha personalidad: una reina es el líder y los demás le siguen sin pensar.

Luego, completamos la sesión con ejercicios de respiración y voz. Trabajo para la próxima sesión: buscar en nuestro registro de voz a un personaje de los muchos de Alicia (y leernos Alicia, claro)

«¡Dios mío! ¡Dios mío! ¡Voy a llegar tarde!»

En la sesión del viernes 11 de enero nos basamos en la idea de la prisa ¿cómo nos ponemos cuando llegamos tarde a algo? ¿nos parecemos a un conejo? ¿qué es más ridículo, un conejillo correteando de un lado a otro con chalequillo y reloj o un chaval que no puede más e intenta entrar en el servicio antes de que sea demasiado tarde? Me quedo también con la imagen de alguien corriendo por la calle con un móvil colgado de él o ella, y metiéndole prisa para que atienda a los mensajes y llamadas. Aquí hay el germen de alguna escena ¿no?

Alicia empieza a caminar

¡Ya hemos empezado con Alicia! Desde ayer viernes ya está definitivamente en marcha nuestro montaje sobre Alicia en el país de las maravillas, de Lewis Carroll.

(Pincha en el enlace de arriba para leer el texto de la obra original)

La idea de la que partimos es la siguiente: varios de los personajes de Alicia en el país de las maravillas y Alicia a través del espejo vienen a "este lado" para devolverle la visita a Alicia. En vez de a Alicia, se encuentran con nuestro mundo, tan extraño y fantástico para ellos como el mundo de las maravillas lo fue para Alicia. El montaje se basará en cómo contrastan estos seres en teoría "absurdos" con nuestro mundo en teoría "lógico", poniendo de relieve que quizá las cosas pueden ser al revés.